La foto del "antes"

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Cómo puedo ser tan idiota

miércoles, 12 de enero de 2011

Día 3, si lo sé no vengo

Hoy os voy a contar lo que me ha pasado por la tarde, puesto que la mañana ha sido en general tranquila, de biblioteca y tal. Aunque quiero añadir que ha sido maravilloso volver a la biblioteca y volver a escuchar el dulce repicar de los tacones en el suelo brillante y resbaladizo del Templo del Estudio; también ha sido maravilloso volver a ver a mujeres que vienen a estudiar directamente desde los afters más cercanos, están tan desarrolladas mentalmente que hacen acto de presencia en el Camposanto (me apetecía introducir este palabro) sin ningún tipo de apunte. Estudian por Bluetooth.
Pues a lo que iba, esta tarde he acudido al aula de teatro como cada miércoles para formarme como actor y como persona, rodeado de mis amigos (lo de que dan 10 creditazos por ir y hacer una obra de teatro más bien sencilla lo voy a obviar porque lógicamente no es por eso) cuando de repente (suddenly que dirían los ingleses) me empecé a sentir bastante mal, un fuerte dolor de cabeza me atormentaba y parecía que el constipado se había convertido ya en una parte de mi persona. Minutos antes de finalizar la clase, dado mi malestar general, decidí abandonar el aula con el permiso del profesor. Pero claro, a dónde ir, si en mi casa no puedo meterme en las redes sociales y la opción de ponerme a estudiar estaba totalmente descartada; cómo llevaba la bolsa del gimnasio me propuse ir un rato para despejarme y así tratar de que mi ajado cuerpo se activase y así expulsase todos los viruses.
No contaba con que hoy la diosa fortuna había deparado para mí una tarde incierta, los accesos para acceder al gimnasio por el descampado que hay detrás de Atzavares estaban cerrados. El  destino ponía ante mí la ardua tarea de tener que encontrar otro camino para asistir al templo del deporte y la sabiduría. Decidí entonces tomar la alternativa de coger el camino que va por Altabix, el más corto a priori, tras un rato caminando, atravesando socavones, piedras de un metro, la más absoluta oscuridad, tres asaltos de perros asesinos, dos charcos y un tiroteo pude llegar a la puerta del gimnasio.
Al entrar como casi siempre encontré el cartel de “Volvemos en 15 minutos”, aguardé con semblante serio hasta que el empleado de Eulen hizo aparición, como de la nada. Cogí mi tarjeta del gimnasio y obtuve mi pulsera que me permitía acceder al recinto. Aquí viene lo bueno de la historia, una vez dentro, y tras el largo trasiego de un lado para otro, me dispongo a abrir la bolsa de deportes y los pantalones cortos no estaban. Mi primera reacción fue la de resignarme, no todo puede salir bien siempre, mi segunda opción fue ponerme a recitar a Góngora (pero no me sabía ningún poema)  la tercera la de coger una pistola y atentar contra el mundo.
Estoy actualizando desde la cárcel de Elx, que va al final no pude conseguir la pistola.
PD 1: lo del Tuenti bien y tal, me han dicho que la idea ha causado tanto furor que hay seres que se disponen a imitarlo… Elijan, comparen y si encuentran algo mejor tengan claro que es una copia.
PD 2: He leído que hoy en Antena 3 ponen la película “La ramera errante” con ese nombre tiene que ser buena.


5 comentarios:

  1. yo sigo con mi yihad personal y digo que hasta que no abandones tambien Twitter y permanezcas ajeno a los comentarios aqui escritos, no me vale

    la Décima!!!

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  2. Hombre twitter lo utiliza para promocionarse como profesional del sector y tal... Tampoco queremos que Álvaro se excluya del mundo, o sí.

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  3. joder gracias Pable,es que si no, no puedo hacer publiidad y no lo va a leer ni Cristo; Paco enserio,te tomo la palabra de tu comentario, como buen yihadista inmolate ya en el puto Corte Inglés anda...

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Aquí está tu "imitador". Como no puedo meterme al tuenti, me dedico a leer de vez en cuando tu blog. Era para aclararte que no es ninguna imitación, cuando una compañera tuya me pasó este enlace, ni sabía que lo acababas ese día de empezar, ni sabía que eras de la UMH, ni nada de nada. Esto ha surgido de una apuesta (de mucho dinero), totalmente ajena a tu iniciativa. Pero bueno, lo de mi blog fue una petición que me hicieron, no es que tenga mucha ilusión por hacerlo.
    Bueno voy a seguir con mi calvario, seguiré leyéndote, y sintiéndome igual que tú.
    Suerte.

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